¡Todos queremos conservar la frescura de la juventud!
Para lograrlo, es necesario comenzar el cuidado de la piel desde la infancia, la exposición solar sin protección en esta etapa, determina daño celular acelerado e incluso aumento en el riesgo de cáncer de piel en la edad adulta, por eso a partir de los 6 meses de edad, es recomendable iniciar el uso de protector solar.
A partir de la adolescencia, se aconseja el uso de productos que otorguen a la piel una buena humectación y mantengan su equilibrio, si bien en esta etapa no es necesario que contengan activos anti edad, estos productos, sumados al uso de protector solar a diario, retardan la aparición de los signos del envejecimiento.
Comúnmente a partir de los 30 años, se comienza con el uso de los productos anti edad propiamente dichos y si la piel ha sido expuesta a las radiaciones UV en exceso y ya se hacen evidentes signos de envejecimiento prematuro, entran a jugar un papel muy importante principios activos que ayuden a corregirlos como el ácido glicólico, láctico, málico, mandélico, retinoides, curcuminoides, aparte de los hidratantes a base de ácido hialurónico, vitaminas y antioxidantes.
Aunque no puedes parar o desacelerar el proceso intrínseco del envejecimiento, si puedes intervenir en los factores extrínsecos y prevenir señales de envejecimiento prematuro protegiendo tu piel del sol a diario, teniendo hábitos de vida y de alimentación saludables, evitando el cigarrillo, las sustancias psicoactivas, mejorando el hábito de dormir, aumentando el consumo de agua, habiendo ejercicio de manera regular.
- El primer pilar NO NEGOCIABLE, en este camino para prevenir envejecimiento prematuro causado por el sol, es una buena protección solar.
El daño que el sol causa en la piel es acumulativo y su deterioro puede llegar a ser irreversible.
Una buena protección solar incluye:
- Evitar asolearse deliberadamente, incluyendo el uso de lámparas de bronceo.
- Mantenerse alejado del sol entre 10:00 a.m. y 4:00 p.m., cuando los rayos del sol están más fuertes.
- Vestir ropa protectora de manga larga cuando se esté en el exterior durante el día, además de un sombrero de ala ancha.
- Aplicarse bloqueador solar cada día, durante todo el año, en las áreas expuestas a la luz del sol, este debe ser de amplio espectro (ofrecer protección UVA_UVB, IR, luz visible y azul) y debe tener un Factor de Protección Solar (SPF) igual o superior a 50. El bloqueador debe aplicarse en toda la piel que se va a exponer al sol 20 minutos antes de ir al exterior. Debe reaplicarse después de tres horas, si se está bajo rayos solares intensos, después de sudar o después de estar en el agua.
- Dormir y descansar.Durante las horas de sueño el proceso de regeneración de la piel es mucho más efectivo que durante el día, por ello es indispensable dormir mínimo siete horas diarias, aunque hay organismos que requieren ocho horas de descanso.
- Alimentación sana y equilibrada.Nuestro cuerpo requiere de buenos nutrientes para mantenerse sano, tener mayor vitalidad y restaurar las células dañadas, de allí la importancia de ingerir alimentos de cada grupo alimenticio en porciones adecuadas como: proteínas, vitaminas, carbohidratos, grasas y oligoelementos, que ayuden al cuerpo a defenderse del exceso de radicales libres.
- Ingerir suplementos alimenticios con acción antioxidante, en especial aquellos que están elaborados a base de extractos naturales de uva, granada, cúrcuma, cereza acerola, melón, etc, importante que cuenten con respaldo científico. En el mercado existen antioxidantes naturales que mejoran el metabolismo de las células de la piel y ayudan a mejorar sus características.
- Evitar el tabaco y las bebidas alcohólicas.Después de las radiaciones UV, se sabe que el cigarro y el alcohol son los principales enemigos de la piel, pues aceleran el proceso de envejecimiento aumentando la degradación celular y los radicales libres. Los daños que causan son directamente proporcionales al grado de consumo.
- Utilizar productos adecuados para cada tipo de piel.Adquirir productos respaldados por marcas de prestigio, con soporte de investigaciones científicas y diseñados específicamente para cada tipo de piel ayuda a preservar la salud y belleza de nuestra piel.
- Actividad física. El ejercicio moderado y constante ayuda a que la piel se regenere de forma adecuada. Se recomienda realizar alguna actividad física de 30 a 45 minutos a diario, o al menos 3 veces a la semana.
- Control del estrés.Cuando nos estresamos, el cuerpo reacciona produciendo hormonas, como la adrenalina, que pueden afectar de forma negativa y directa algunas funciones de la piel, cuando se produce de manera prolongada por estrés frecuente o constante.
Si bien es cierto que el estrés hace parte del diario vivir, también lo es, que puede controlarse.
- Revisión médica.Es preciso realizar chequeos médicos especializados por un dermatólogo, con regularidad, ya que es el profesional idóneo para tratar o detectar alguna anomalía o desequilibrio en la piel, el pelo y las uñas, así mismo para recomendar los mejores productos y tratamientos en aras de prevenir y/o revertir el daño causado por los múltiples factores arriba mencionados. También es cierto que el estado de salud general se refleja en la piel.
- Actitud positiva.Elevar el estado de ánimo beneficia la salud, aumentando algunas sustancias que combaten el estrés y la ansiedad.
¡Como te sientes, te ves!